Aceptar, elegir, actuar: ¿Qué entendemos por ACT?




Lic. Soledad Díaz

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un modelo psicoterapéutico transdiagnostico orientado por principios, cuya finalidad es el desarrollo de competencias que favorecen la flexibilidad psicológica (Hayes, Strosahl y Wilson, 1999)

Si nos preguntamos de donde surge tenemos que pensar en sus raíces , y brevemente podemos mencionar que ACT tiene como sustento teórico el enfoque contextualista-funcional y en la Teoría del Marco Relacional (RFT).

Avanzando un poco más en lo que seria un proceso terapéutico ACT, tenemos que decir que se orienta a la promoción de la flexibilidad psicológica a partir del desarrollo de una serie de competencias dirigidas a favorecer la observación en perspectiva de los eventos privados problemáticos, la aceptación del dolor inherente a estas experiencias, posibilitando la capacidad de elegir y luego actuar en base a un repertorio de acciones más rico y efectivo (Polk y Schoendorff, 2014)

La idea principal es la de abandonar una actitud pasiva frente a los problemas y de ponerse en marcha (actuar) con independencia del malestar que se experimenta.

Teniendo presente esta idea, es importante que en una evaluación inicial se apunte a ayudar al consultante a aclarar que está tratando de evitar, interrogar sobre que es lo que quiere conseguir  y cuáles son las barreras que le impiden el cambio. Una pregunta fundamental es ¿Que experiencias internas o situaciones no está el paciente dispuesto a experimentar ? . Esto nos lleva a uno de los conceptos que ACT nos permite pensar, la evitación experiencial. Este fenómeno ocurre cuando una persona no desea permanecer en contacto con una experiencia privada concreta, las cuales pueden ser sensaciones corporales, emociones, pensamientos, recuerdos, y tendencias de acción. Lo que ocurre es que se toman medidas para alterar la forma o la frecuencia de estas experiencias o el contexto que las elicita.

Entonces se trata de hacer más consciente al consultante de que sus esfuerzos de control de dirigen a evitar o intentar cambiar eventos privados. En general los pacientes llegan a terapia con una agenda de control emocional, lo que implica un desafío. Lo que se suele escuchar es “no puedo controlar mis pensamientos negativos, quiero eliminarlos” o “no puedo controlar la sensación de pánico, no quiero sentir más eso”, donde el control estaría siendo  el problema y no la solución. La manera en la que los consultantes nos piden ayuda ronda en pedido de eliminar lo que sienten o piensan.

Para adentrarnos un poco más en este tipo de terapia, podemos comentar que se suele usar la Desesperanza Creativa indagando que es lo que le preocupa a la persona que consulta, como ha tratado de resolver eso al momento, que resultados ha obtenido y si logro reducir sus síntomas a largo plazo y que costo ha pagado con esos intentos de solución.

El terapeuta explora estos esfuerzos de control mostrando que la forma que parece más usual de resolver estos problemas puede ser la fuente misma de problema. Entonces lo que se intenta hacer es poner al consultante en contacto con sus reglas y con sus consecuencias. El trabajo con metáforas y ejercicios experienciales es fundamental.  Por ejemplo:

“La mente funciona como una máquina para protegemos de salir lastimados y que de manera constante genera pensamientos con el fin de evitar situaciones displacenteras. Pero lo que es importante es que aun teniendo ese tipo de pensamientos, uno puede aprender a tomar distancia de los mismos, desestimarlos y realizar aquello que realmente importa para uno”.

Continuando con el recorrido del tratamiento, es necesario el desarrollo de una serie de 6 procesos claves: aceptación, defusión, contacto con el  momento presente, experimentación del yo como contexto, exploración de valores y el compromiso con acciones orientadas por esas cualidades que cada persona valora. Estos procesos se pueden ver reflejados en el Esquema Hexaflex.

La Aceptación psicológica es la adopción intencional de una postura abierta, receptiva, flexible y no juiciosa respecto a la experiencia. Mediante la aceptación se intenta promover el contacto con los eventos privados dolorosos (pensamientos, emociones, sensaciones). Aceptar de algún modo los procesos internos y concentrarse en lo que uno valora y disfruta, es a lo que apuntamos.

El contacto con el Momento Presente, implica atender al momento presente de un modo voluntario, flexible y enfocado. Es de mencionar que está relacionado con propuestas del budismo zen y la práctica de la meditación con conciencia plena (Mindfulness)

El Yo como contexto implica una toma de perspectiva flexible, como un Yo observado, desde el cual se puede observar la experiencia de manera desapegada de etiquetas y valoraciones.

La Defusión facilita la toma de perspectiva de las experiencias privadas dolorosas, desapegándose. Por ejemplo, frente a pensamientos como “no puedo hablar delante de muchas personas, soy inútil, mejor no voy a la entrevista grupal”, lo que logramos identificar es que el pensamiento no es el problema sino la fusión con este y la evitación experiencial. El consultante cree en el sentido literal del pensamiento. Se utilizan distintos ejercicios para que se logre tomar distancia de los pensamientos.

Los Valores son guías que nos acercan a una vida que valga la pena ser vivida, aquello que nos importa. Son características que libremente  elegimos para desplegar nuestro desarrollo personal y que orientan nuestras acciones.

Las Acciones comprometidas son acciones basadas en valores y están vinculadas a crear patrones de conducta que sirven a determinado valor. Es actuar de cierta manera con un propósito.

Entonces podemos decir que ACT es un modelo de psicoterapia que utiliza todos estos procesos para generar flexibilidad psicológica.

Para terminar es primordial retomar la flexibilidad psicológica. Se trata de vivir el presente con apertura y aceptando las experiencias internas que aparezcan sin luchar contra ellas, desmantelándolas, es decir viéndolas como lo que son, con la atención dirigida a lo que está ocurriendo para comportarse de acuerdo a los valores personales.

La meta de ACT es que el consultante pueda crear una vida rica y significativa que a la vez acepta el dolor que inevitablemente viene con ella.

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