Conducta, Familia y Escuela: ¿Qué es el TDAH?
Lic. Soledad Díaz
El
TDAH es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y es uno de los
trastornos del comportamiento más frecuentes de la infancia. Se puede resaltar
que tiene prevalencia en torno al 5 % en niños. Su etiología es multifactorial,
donde se ven implicado factores ambientales y genéticos.
Convivir
con un niño con problemas de conducta en el hogar no suele ser fácil, y estas
dificultades también se presentan en la escuela. Por eso consideramos
importante brindar información tanto a padres como a docentes.
Para
conocer la situación del niño en cuestión, es necesario observar detenidamente
sus patrones de conducta. ¿Cuál es la conducta que observamos?, ¿En qué lugares
se comporta así?, ¿Las conductas que tiene interfieren en su vida cotidiana?,
¿Cuál es el nivel de gravedad y frecuencia de aquello que el niño hace?, en
pocas palabras ¿Cuáles la función de la conducta en relación al contexto?.
¿Qué observamos?
Según
los criterios diagnósticos del DSM 5, se presenta un patrón persistente de
inatención y/o hiperactividad-impulsividad que suele interferir con el
funcionamiento de la persona. Estos síntomas pueden manifestarse con una intensidad
variable en cada paciente y pueden presentarse de forma independiente.
A su vez se puede observar disminución del
rendimiento académico, dificultades en la adaptación social, y como resultado de
lo mencionado desajustes emocionales.
Con
frecuencia fallan en prestar atención a
los detalles en actividades, el niño parece no escuchar cuando se le habla directamente,
y le cuesta seguir instrucciones. También suele pasar que no termina tareas
escolares, y la presencia de la dificultad para organizarse es muy alta. Del
mismo modo se observa que con frecuencia suelen levantarse en situaciones en
las que no resulta apropiado, realizan excesivos movimientos irrelevantes, poca
tolerancia a los tiempos de espera y toma de decisiones impulsivas.
Es
de mencionar que se diferencian tres tipos de trastorno dentro del TDAH:
• Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad subtipo predominante inatento.
• Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad subtipo predominante hiperactivo-impulsivo.
•
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad subtipo combinado
(presenta síntomas atencionales e hiperactivos-impulsivos).
La importancia del diagnostico
Para poder brindar el tratamiento adecuado que el
niño requiera es necesario el establecimiento de un diagnóstico que confirme o
descarte el trastorno. Además se deberá evaluar si existen otros problemas
asociados.
Cuando hablamos de comorbilidad,
nos referimos a los trastornos más frecuentes que se presentan en este caso
junto al TDAH, más del 50 % presenta Trastorno oposicionista desafiante (TOD), entre
30 a 50 % presentan Trastorno de la conducta, entre 15 a 20 % de Trastornos
afectivos, y aproximadamente un 25 % presentan Trastornos de Ansiedad.
Las características
anteriormente mencionadas si bien pueden aparecer durante el desarrollo de los
niños, lo que nos tiene que llamar la atención es si manifiesta algunas de
las conductas problemáticas de forma desproporcionada comparado con los otros niños de
su edad y respecto a su grado de desarrollo, y si se presenta desde una edad
temprana (antes de los 12 años).
¿Cómo es el Tratamiento de base científica?
El tratamiento del TDAH es
multimodal, eso quiere decir que las propuestas de tratamiento son diferentes
en función de las dificultades del niño y de cómo afecte el trastorno a su vida
cotidiana. Existen
distintos abordajes terapéuticos para tratar el TDAH, pero el tratamiento
combinado -"multimodal"- es el que ofrece mejores resultados.
Es fundamental brindar Entrenamiento
a padres ya que apuntamos a la adquisición de habilidades parentales. Es imposible
hacer psicoterapia infanto-juvenil sin trabajar con los padres. Como terapeutas
debemos co-dirigir la terapia con ellos.
Mediante la psicoeducación brindamos
información básica y enseñamos principios de manejo comportamental, para que
logren recompensar al niño por conductas positivas. Es de suma importancia que
aprendan como reconocer los antecedentes y consecuencias de las conductas.
Desde esta perspectiva con el niño
trabajamos la autorregulación, la resolución de problemas y habilidades
sociales. Conjuntamente se intenta lograr la mejoría de las funciones
ejecutivas (habilidades
cognitivas como empezar tareas, organizarse, planificar cosas) mediante técnicas que pueden utilizar para controlar la
falta de atención y comportamientos impulsivos.
Uno de los
objetivos que se plantean es ayudar a establecer un pensamiento organizado en
el que el niño prevea las consecuencias de las conductas y busque alternativas.
Asimismo está indicado el tratamiento farmacológico del
TDAH, el cual lo lleva a cabo un psiquiatra y se
realiza de manera individualizada, teniendo en cuenta las
necesidades y circunstancias de cada paciente y de su familia.
Herramientas para
Docentes
Es de
destacar que cuanto mayor conocimiento sobre la problemática tenga el docente,
mayor será la probabilidad de que haya una colaboración efectiva por su parte.
Algunas
pautas a tener en cuenta para adecuar el contexto educativo a las necesidades
de los alumnos con TDAH pueden ser las siguientes:
Elogiar o reforzar aquellos
comportamientos que queremos que se den con mayor frecuencia. El Refuerzo
positivo es una de las mejores estrategias en el control de conducta.
Con
frecuencia les resulta muy difícil permanecer sentado durante largos periodos,
por lo que es de gran utilidad que se pueda darle la oportunidad de levantarse
de su asiento haciendo algún pedido siendo por ejemplo “el secretario del día”, pudiendo borrar el
pizarrón, repartir cuadernos o alguna fotocopia.
Respecto a
su grado de impulsividad, existe mayor tendencia a que actúe sin pensar y que
reaccione de forma explosiva. Se puede establecer algún código o señal entre
docente y alumno, para que le sirva a modo de recordatorio que debe pensar lo
que está haciendo o escribir en una nota al docente lo que está sintiendo.
A la hora de la evaluación de
conocimientos y tareas hay que tener en cuenta la adaptación metodológica de la
enseñanza. Es necesario la repetición de la información más veces que para el
resto de demás niños, en forma clara y concisa, con enunciados más breves. Es
importante el contacto visual con el niño, a la hora de dar instrucciones.
Respecto de las evaluaciones se deberá tener en cuenta las particularidades del
niño tanto fortalezas como debilidades para llegar a un consenso. Por todo lo mencionado, conocer más sobre TDAH ayuda a comprender
a quien lo padece y nos ayuda a pensar en herramientas que ayuden en su calidad
de vida y entorno.
Comentarios
Publicar un comentario