¿Qué es la Multitarea?
Lic. Natalia Díaz
¿Cuántas
cosas hacés al mismo tiempo? Quizás mientras estés leyendo este artículo
escuches de fondo una lista de Spotify, respondas algún que otro mensaje de
Whatsapp, o tengas varias pestañas abiertas del explorador con el correo o la
búsqueda de un regalo para navidad.
La
multitarea es una parte omnipresente de la vida moderna, especialmente desde
que la tecnología impone demandas cada vez más crecientes a nuestra atención.
Poder realizar varias cosas al mismo tiempo es una habilidad humana bastante
compleja que utilizamos a diario, y con frecuencia nos vemos involucrados en
dos o más tareas simultáneamente como las que describí al comienzo.
Se denomina Multitasking al proceso
mental que tiene lugar cuando alguien intenta realizar dos o más tareas en
simultáneo, cuando se cambia de una tarea a otra, o cuando se realizan varias
tareas en sucesión rápida.
La
multitarea se exhibe como una excelente manera de hacer mucho al mismo tiempo,
es decir, un camino para aumentar nuestra productividad. En general, las personas
percibimos esta capacidad como un rasgo altamente deseable, sintiéndonos
satisfechos con nuestra capacidad de “atender a todo”. De hecho, hasta nuestro
cerebro nos recompensa liberando dopamina para premiarnos cada vez que
terminamos una nueva tarea (por más pequeña que sea, como responder un Whatsapp
o revisar la bandeja de entrada) o nos exponemos a un estímulo novedoso (leer
un mail o revisar una nueva historia de Instagram).
Sin embargo,
las investigaciones han demostrado que el cerebro humano no es tan bueno para
manejar varias tareas como pensábamos. La
evidencia sugiere que los seres humanos somos incapaces de prestar atención a
múltiples tareas complejas en simultáneo, sino que en realidad vamos
comprometiéndonos en una sola tarea por vez.
Cuando
estamos conduciendo el auto y al mismo tiempo intentamos contestar el mensaje
de voz de un amigo, en realidad estamos cambiando nuestra atención de una tarea
a la otra de forma muy rápida. Este movimiento es tan veloz que tenemos la sensación
de que se realiza de manera simultánea, pero en realidad alternar entre
actividades y enfocarnos cada vez en la nueva tarea reduce nuestro rendimiento,
cometiendo más errores y disminuyendo nuestra productividad.
Además, cada
vez que paramos e iniciamos una tarea nueva se produce un gasto de energía,
similar a lo que ocurriría si apagáramos y prendiéramos el coche una y otra
vez. La glucosa, que vendría a ser el combustible de nuestro cerebro, se quema
más rápido y es por eso que nos sentimos agotados después de poco tiempo. Por
si fuera poco, la multitarea además produce aumento de adrenalina y cortisol,
la llamada hormona del estrés, que en exceso se asocian a problemas de sueño,
ansiedad, agotamiento físico y mental.
Entonces, si nuestro cerebro no se encuentra diseñado para
realizar múltiples tareas al mismo tiempo, la mejor manera que tenemos de
protegerlo es practicar la toma individual de tareas. El desafío es recuperar
la atención y poner un límite a la información que entra en nuestro campo de
percepción: darnos el tiempo el diferenciar aquello que es importante y urgente
de lo que no lo es, y poder aceptar el dejar cosas por fuera.
Hacer el ejercicio de
planificar las tareas importantes del día siguiente, agendarnos un pequeño
bloque de tiempo específico para cada actividad y limitarnos a ella, puede
ayudarnos a estar más concentrados y ser más productivos (no olvidar agendar
los descansos entre tareas). A su vez, es importante asignar ciertos momentos
del día para consultar el correo o cualquier posible distracción, como una
llamada telefónica pendiente. La clave es poder ayudar a nuestro cerebro con
este tipo de herramientas para facilitarnos nuestra organización, y no caer en
la ilusión de eficiencia que produce la multitarea.
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