¿Cómo responder a las críticas?





Lic. Daniel Pellerito

Algunas veces, cuando recibimos una crítica, podemos quedarnos callados y luego sentirnos mal con nosotros mismos por no habernos defendido. Otras veces podemos contestar de manera agresiva, generándose un clima de malestar.

Los siguientes consejos pueden ayudarte a responder a una crítica.

Como primera medida podés distinguir si es una crítica constructiva o destructiva. Las críticas constructivas son comentarios sobre posibles errores específicos que pueden ser tomados en cuenta para nuestro aprendizaje. Las críticas destructivas son comentarios absolutistas, totalizadores, sobre nuestra persona o conducta.

Ejemplos de críticas constructivas: “acá hay un error de ortografía, el otro día llegaste 10 minutos tarde, por momentos  hablás bajo y no te logro escuchar.”

Ejemplos de críticas destructivas: “todo lo haces mal, nunca te va a salir bien, siempre es lo mismo.”

Cuando el comentario no es claro, podés BUSCAR MÁS INFORMACIÓN. Por ejemplo: “¿A qué te referís cuando decís que hago todo mal?”

Sí el comentario recibido no es cierto podés NEGAR LA CRÍTICA. Por ejemplo: “Eso no es cierto, eso no es así, eso no es verdad.”

Si el comentario recibido es cierto, podes ACORDAR CON LA CRÍTICA: Por ejemplo: “Tenés razón, eso es verdad.”

Entonces, a través de preguntas podés tratar de transformar las críticas destructivas en críticas constructivas. Luego podés negar aquello que no es cierto y acordar con aquello que es cierto.

En el siguiente ejemplo podrás observar estos pasos:

A: “Todo lo hacés mal. Siempre estás haciendo todo mal.”
B: “¿Por qué me decís eso, qué hice mal?”
A: “Este trabajo está mal, todo mal.”
B: “¿Por qué decís que está mal? ¿Qué tiene de malo?”
A: “No tiene acentos.”
B: “¿En qué parte no tiene acentos?”
A: “Esta palabra y esta palabra, no les pusiste los acentos.”
B: “Ah mirá, tenés razón, no me di cuenta y no le puse acento a esta palabra. Pero esta otra palabra no lleva acento. Es verdad, me olvide de ponerle acento a esa palabra, pero eso no significa que todo el trabajo esté mal.”

También podés aplicar estos pasos con críticas que te hagas a vos mismo.

Por ejemplo, se te puede caer algún objeto de vidrio y podés decirte a vos mismo:

“No sirvo para nada, siempre hago las cosas mal, nunca podré hacer nada bien.”

A lo que podés responderte:

 “¿Por qué me estoy diciendo estás cosas? Eso no es cierto, muchas cosas las hago bien, simplemente se me cayó este objeto sin querer, la próxima vez trataré de ser más cuidadoso.”

Estos pasos pueden servirte para transformar una situación de descalificación en una situación de aprendizaje. Si crees que aún así te es difícil salir de una situación de descalificación, podrías investigar técnicas asertivas u otras habilidades sociales. O consultar con otras personas, profesionales o centros de ayuda que puedan asistirte para resolver alguna situación problemática.

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